domingo, 9 de noviembre de 2008

CANCIÓN POR CANCIÓN: 'Happy Smiles' de tATu, sorprendentemente bueno

El disco es "Happy Smiles", pero en su edición rusa. Si todo va bien, habrá una versión internacional en algún momento de los próximos cinco años. Por suerte, hay suficientes canciones en inglés (las mejores) como para no atragantarnos con el idioma de Dima Bilan.

INTRO.
El concepto Intro en un disco es algo que no nos gusta mucho, es muy de Nacho Cano en sus peores épocas o Christina Aguilera cuando se pone intensa. Si hoy por hoy, un disco nunca se escucha de principio a fin (bastante sería tener ya todas las canciones en el atunes), que no nos vengan con historias de “creación de atmósferas”. Este intro en concreto, que es como la sintonía de Planeta Imaginario, pues nos vale para los créditos finales de un corto ucraniano, pero nada más. ¡Y encima dura tres minutos!

BELIY PLASCHIK. La canción del vídeoclip en el que fusilaban a Yulia embarazada, una de las primeras que escuchamos de este álbum. No vamos a decir ahora que nos encante porque bastante cera le dimos en su momento, pero es que hemos descubierto que, como canción estándar de tATu, funciona a la perfección. Fue una decepción por ser el single del comeback, pero escuchada ahora, sin nervios, es un tema estupendo, como de Sandra, si Sandra hubiera nacido en la estepa rusa.

YOU AND I. A nosotros, conservadores como somos, éstas son las tATu que nos gustan. Las de siempre. Un autoplagio fabuloso de ‘All about us’ que cumple con todos los tópicos del dúo: que si todo el mundo nos odia, que si tú y yo juntas hasta el final… Todo contado con su estrofa suave y con su estribillo explosivo, que es la combinación matemática que mejor les ha funcionado siempre a las compatriotas de la vieja ésa que les dio alojamiento a Idoia y Ainhoa. También la oímos hace tiempo y hoy nos reafirmamos en lo que ya dijimos. Pensábamos que sería la mejor del disco pero, oh, grata sorpresa, ¡nos equivocamos!

SNGOPADY. Otra vieja conocida. Una canción que ElCliché.com ya definió como “cancionzucha” arguyendo que sonaba “a música de créditos finales de alguna serie de animación rusa que se emitiría a las cinco de la mañana de un frío día invernal, una serie que vería un niñito ruso enfermo de paperas mientras toma una cosa a la que su madre llama sopa y no es más que agua de nieve derretida con un poco de sal”. Y lo seguimos pensando, aunque ocurre lo mismo que antes: entendida como canción de relleno, pues no molesta. No es “El descanso” de Mónica Naranjo.


220. ¡También la habíamos oído ya! Ésta aprobó en su día, sobre todo gracias a un vídeo tan sencillo como elegantón. En la redacción estamos jugando a ver qué palabras españolas entre-escuchamos en medio del silaberío ruso incomprensible. Y es que nos sacan de Spasiba o Daroga, y la hemos líado. Hemos encontrado: “Tamariz”, “Barça”, “Un buen rayo”, “Sal chiqui y da el gas”, “Han matado a ésta”, “Frase”, “¿Hay Ajax o Mistol?”, “Nacho está en la calle”


MARSKIAS GLAZA. Otra vez ‘Planeta Imaginario’ pero con una guitarra acústica de fondo. La primera balada total del álbum. Si participara en Eurovisión nos encantaría, y en el disco nos vale también. Además acaba de repente, justo cuando estás tentado de hacer clic en la siguiente. Correcta. Sin más.

CHELOVECHKI. Electrónica con un redoble muy circus. La estrofa nos la salva la repetición en eco de algunas palabras que le da un resultado muy pintón, pero el estribillo nos chirría mogollón. Tiene gracia cómo Lena (¿o es Yulia?) se va desgañitando poco a poco a medida que avanza hasta que llega a un agudo delfínico que le desgarra la garganta.

VESIOLIYE ULIBEK. La instrumental del disco. Es oscura a nivel tono de móvil: suena a callejón, con un gato subido a un contenedor de basura comiéndose una sardina. También podría funcionar como banda sonora de alguna película super serie B, para la escena en el que unos niños entran al laboratorio de un científico chiflado.


RUNNING BLIND. Y ahora sí que empieza lo bueno. Ay, qué tranquilidad da el inglés, de verdad. Tras un comienzo agitado, el ritmo decae para una estrofa 100% tATu que desemboca, a partir del 0.58, en un prechorus fabuloso. Y decimos prechorus porque creemos que el estribillo es la parte instrumental que viene después. Un buen aperitivo ésta canción 9 para calentar motores para el gran descubrimiento del disco.

FLY ON THE WALL. La canción 10. Por posición en el disco y por cómo es. Si te da pereza escuchar el disco entero (anda, una dirección de internet: http://rs491.rapidshare.com/files/156093327/Happy_Smiles.rar ), no cometas el error de dejar de lado esta canción. Las tATu sonando a pop internacional total. Cambios de ritmo, emoción, esencia tATu… uno de sus temas más grandes. No es de extrañar que, sorprendentemente, ésta canción se esté convirtiendo en un ligero fenómeno de ventas en iTunes USA. Imagina: la canción número 10 de un disco en ruso vendiendo como rosquillas en tierras de Obama. ¡Si es que estas chicas tienen algo!

VREMIA LUNI. ¡Samba… de Janeiro! ¿Qué leches es esto, dirás hasta el segundo 20? Luego, cuando aterrice un ritmo aplastante sobre el que Yulia dispara una parrafada sin descanso, descubrirás que ésta también mola. Como una peli de vaqueros localizada en Moscú, o un carnaval brasileño desfilando a ritmo de rock por una carretera perdida de Pekín Express.

NE ZHALEI. Volvemos a la electrónica ambiental de la Intro para despedir el disco, esta vez con letra y sensación de balada. Se cierra un disco sorprendentemente bueno, coherente y compacto. Esperamos con ansias la versión internacional, porque aparte de las que aquí ya están en inglés, hay otras cuantas que traducidas al idioma de Simon Cowell quedarán que ni pintadas.




Sitio: www.elcliche.com

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